DIA 3 de Junio FRANCIA
Laredo- Bayona (Francia)
Salí temprano. A las 08,30h ya estaba en la autovía. Como conozco
la zona he preferido seguirla aún en su tramo de de peaje, pero es que
la idea de costear, ronda de Bilbao, San Sebastián etc. me desanimó y
decidido a que fueran los únicos dineros gastados en ésto, los dí por
bien empleados.
A Francia entré ya por Behobia y seguí por su nacional en busca de Burdeos que por kilómetros, bien podría ser el fin del día.
Un domingo en el que luce un sol que pega de lo lindo y hace subir
el termómetro de la Cirila hasta los 32 grados. En las afueras de Ondres
me coincide la hora perfecta para estirar las piernas. Aprovecho que
hay montado un espacio para el rastro local. Muy a la francesa, en la
que puesto en una explanada cerca de la playa, cada cual monta su
tenderete con una silla y una mesa o directamente en el suelo. Pero no
mercadillo como el de mi pueblo o el de todos los pueblos, no. Un sitio
en el que aquel al que le sobra algo, las tallas de su ropa ya no le
valen o el bolso viejo y la antigua bicicleta, no le sirven, lo expone a
la venta como mejor sabe y pueda. Fue una parada doblemente fructífera;
me compre por 2 euros un sacacorchos que no me habia traido y una tortuga de
cerámica que se convirtió en dos por el buen vender de la francesa
.- Mesie, ésta 3 euros pero si lleva ésta también, 5 en lugar de seis.
Todo esto en un español bastante correcto, lógica dada de la proximidad de la frontera. Por supuesto van dos tortugas para casa.
Aprovecho para ponerme en modo veranito total antes de emprender la
marcha pues cae el sol a plomo y siguen los mas de treinta grados.
Toda esta zona del país vasco-francés es turista a más no poder.
Domingo medio día, sol en lo alto y todo el bullicio de paseantes,
bicicleteros en las más variadas formas, conforman el paisanaje que
deambula por aquí. Los pequeños pueblos son un contínuum en el que no sabes si es anterior o el siguiente hasta que no lo lees en el cartel.
En las afueras de Ondres nada más pasar el centro, el motor saca un
ruido como un chirrido, como si algo rozara mucho. De potencia,
compresión etc. bien. Pero decido parar ante la duda. Desmonto la
carcasa del alternador y todo correcto, correa y demás. Vuelvo a
encender y el roce, más fuerte si cabe, continúa. Pensé que podría ser
algo en el embrague pero tampoco. Embragaba bien y no reaccionaba al
pisar el pedal. Domingo y medio día…!!!! Y orillado a pleno sol en una
parada de autobús a la espera de una solución. Muchos me pitaban para
saludarme pero ninguno se paraba. Capo de motor levantado, rueda de
repuesto fuera, maletín de herramientas al pié… hasta que un “buenos
días amigo, pgblem..? “ En un español con marcadísimo acento francés,
me saca del fondo del motor pues estaba comprobando si el filtro de
aceite estaba ajustado...
Resultó ser un buen aficionado, Pedeluq Xavier que se brindó en la
ayuda. Algo mecánico también –todos los que andamos en esto tenemos más o
menos idea de las tripas de la mecánica- y le echó una ojeada.
Coincidimos los tres, pues meto aquí a mi mecánico de cabecera Luis Ríos
al que llamé por telf. en cuanto estuve 5 minutos parado.
Así que AXA Internacional, grúa y a esperar a que mañana un taller
especializado en Citroën clásico que conoce muy bien Xabi, me dé el
diagnostico. Crucemos los dedos para que sea el ventilador, que sea
rápido y que sea barato.
AXA tiene concierto con la cadena de hoteles IBIS, que es desde donde cómodamente, relato la crónica de hoy.
