viernes, 29 de junio de 2018

DIA 17. BUSCANDO MOSCÚ

DIA 17. BUSCANDO MOSCÚ
Temprano busco la salida para Moscú. Sabía que no era cosa de meterme ni meterle a la Cirila una etapa de tantos kilómetros. Había que dividir. Pero mi amigo Mijaíl ya me previno; no habría camping hasta Moscú. Lo mejor un Truck Motel. Como estos conductores de tan mastodónticos camiones están siendo mis compañeros de ruta, me pareció lo más apropiado. Los encontraría a 10/20 km de las gasolineras, pero no se anuncian. Tendría que ser a base de parar y preguntar. Así lo hice y a partir de las cinco empecé a fijarme en la aglomeración de camiones en las orillas de la carretera. En una de esas gasolineras estaba echando gasofa un tipo en un súper-Audi todoterreno. Como yo tenía que echar también me tocó a su lado. Se interesó por la conversación imposible que estaba tratando de mantener con el del surtidor…a todo niet
.- Can I help you? me dijo.
Vi cielo abierto y le conté mi tema de pernocta y alguna cosa de mi viaje
.- In this car? Incredible!. Oh my good ¡!!
Entonces se puso de acuerdo con la chica de la caja, que sí conocía un hotelito a eso de 12/15 km. Tratamos de meterle la dirección al Sygic, pero claro esta app es Eslovaca y no debe llevarse muy bien con los rusos..
.- No problen. Follow me ¡!
Todavía tuvo el detalle de entrar en el hotelito conmigo y explicarle a la señora mi necesidad. Resultó ser un ingeniero de una importante Cia rusa que trabajaba para la dirección del mantenimiento de un gaseoducto. Un tipo amable al que le encantaba lo único que conocía de España: Bilbao, donde recaló hace años en su puerto por motivos de unas piezas en su trabajo.
Que sí, que todo ok, pero que la money por delante, que no visa, que el baño está al final del pasillo y la ducha en la planta de abajo. Que la Cirila se puede quedar en la parte de atrás del hotel, debajo de la cámara de seguridad, niet problem. Y que la wifi a la habitación no llega. Todas estas comodidades (como salir a mear a 20 metros de tu cama) por cuatro perras. Qué si net problem, que me quedo.

DIA 16 . SAN PETERSBURGO



DIA 16 . SAN PETERSBURGO
Hace dos semanas que salí de la escalerona, parafraseando a mi buen amigo Elías, el Km 0 del Gijón/Moscú.
Ya instalado y desayunando viene Mijaíl , el chico manager del camping, muy solícito a darme los buenos días. Habíamos estado hablando de cual seria mejor sitio para aparcar la Cirila y de la hora que tardaría en llegar y cual sería la entrada menos congestionada etc. Pues me plantea lo siguiente:
.- Conozco a un taxista que vive aquí al lado. Puedo preguntarle precio para que te lleve y te traiga cuando te venga bien. No habla nada de inglés pero no tienes problema. Me llamas una perdida y yo le llamo a él y le digo.
Pensando que solo en el parking me iba a dejar 15 o 20 euros, le dije que le pidiera precio por favor. Cuando colgó el tlf me sonreía.
.- Todo ok . Imposible en taxi normal. Camping S.Petersburgo 40/50 solo ida, él 30 euros ida y vuelta y te recoge cuando decidas, o me llames a mí. Te deja en la plaza de S. Nicolás en el mismo centro.
Cierro el trato enseguida no sea que se arrepienta. No había acabado de fregar los cacharros del desayuno y allí estaba el hombre con su flamante volkswagen blanco, sin ningún tipo de rótulo ni señal. “vaya bien montado que se lo tienen estos, pensé”. Un detalle sí me llamó la atención… por favor siéntate delante, me comenta Mijaíl . Ya entiendo, somos dos amigos que vamos a la ciudad.
Después de casi una hora de recorrido me dejó el taximan en la plaza de S. Nicolás, a las puertas del hotel Astoria. Ya habíamos concertado que si no había llamada de Mijaíl, en el mismo sitio a las 7 de la tarde.
                                          Las umbrellas que le encantan a mi mujer


Me convertí en un turista más de la riada de ellos que iban de un lado a otro y entonces me acordé de mi mujer y de esa buena costumbre que tiene de andarlo todo sobre seguro. Para estos casos recurre a los free-tour de las umbrellas de las grandes cities. No tardó mucho en aparecer una de umbrella azul y de marcado acento colombiano. Le pedí unirme al grupo. Hacia 10 minutos que habían comenzado.
.-Sin problema amigo. Y a qué equipo viene a jalear ?
.- Pues a ninguno. No tengo ni idea de futbol.
Y para hacerle la coña le digo; creo que España juega un dia de estos, no?
.- Todo el mundo esta aquí por el futbol. Pues ya es cosa rara, pero acompáñeme y verá que linda ciudad es S. Petersburgo.

                           Casi nada va soterrado. Mirar al cielo es todo un espectaculo

Ni que decir tiene que durante la hora y media que duró el recorrido me empapé de las estatuas, las plazas, los palacios, monumentos, el Hermitage y toda la corte de zares y nobles que han pasado por aquí. Al acabar le di la propina en euros pues no tenía rublos aún. Aceptó de buena gana y en un aparte me contestó a las tres o cuatro cosas que yo tenía pendientes. Luego deambulé por mi cuenta Nikon en ristre. El día y el espectáculo de la ciudad, lo merecía.
Comí en la más céntrica cafetería restaurante de la plaza S. Nicolás, mientras unos hooligans al parecer ingleses, eran cinco en una mesa, la estaban liando. Por tres veces el camarero, pues la chica que les atendió al principio viendo el percal que se traían le pasó la cosa al chaval, les avisó que no podían cantar ni chistar a las chicas que pasaban por la acera. A ver como acaba la cosa con esta pandilla de subnormales, pensaba. Acabó a los cinco minutos pues una pareja de la policía desde la misma acera por donde pasaba la gente, separada de la terraza por una baranda de hierro, les pidió con una cara de muy pocos amigos los passport please… santo remedio, al cabo pagaron y se fueron.
Llamé a Mijaíl para que taximan me recogiera cuando pudiera. Yo ya estaba listo y quería tener tarde por delante para mis cosas. Había dejado una lavadora puesta (La novia de Mijail me ayudó con el jabon y demás) Tenía que secar la ropa y sentarme con el ordenata a poner al dia el blog.
En diez minutos apareció el reluciente volkswagen blanco y en una hora estábamos en el camping. Yo había sacado rublos de un banco con lo que ante la atenta mirada de Mijaíl realicé el pago acordado.
Ya en el camping con todo resuelto y mi ropa al sol vi que se había levantado viento y que había una explanada verde muy propicia y saqué mi cometa. Quería estirar un poco,desentumecer las piernas del largo caminar de turista de hoy. Mijail en cuanto la vio en el aire se acercó y le ofrecí que probara. Quise entender que nunca había tenido la oportunidad . Que de pequeño las de un hilo que le fabricaba su padre. It’s sporty and fast. Amazing..!!!  … que le gustó mucho, vaya!!!.
Es afición que me inculcó el bueno de Sancho Green. En un viaje por el sur de España, ambos dos en una caravana, el aprovechaba cualquier momento para volar alguna de sus cometas. Me dejó una sencilla, pues vuela alguna que es capaz de levantarlo del suelo a una altura y velocidad de vértigo. Y claro en cuanto apareció un "DECARTÓN" en la carretera y por cuatro perras me compré la que el me aconsejó. Como aquellos días soplaba fuerte fue una para fuerza 2-5 . Tengo que comprarme otra para los días de menos viento.
Cuando vuelvo de escribir mis notas y ordenar el blog desde la zona común del camping donde está el wifi-area, tres chicas treintañeras se me acercan. Ninguna habla otra cosa que no sea su ruso natal. Mijail solícito se acerca y me hace de traductor.
.- Que han visto tu coche y al llegar esta tarde me preguntaron por la matricula y este pequeño coche tan extraño y les conté tu great trip. Quieren saber si has cenado, porque si no quiseran invitarte.
.- Pues diles que encantado. Iba a prepararme la cena ahora, pero acepto la invitación y la agradezco.
Me senté a su mesa y cené con ellas entre la estridente música de sus tlf y las risas por no entendernos. Preparaban en una barbacoa unas brochetas de pollo y vegetales. Una de ellas acabó bajando una app de ruso/español y con voz. La coña era que yo me meaba de risa con lo que su Maripili traductora decía y ellas a su vez se reian a carcajadas con lo que su rusa del telf. les decía de lo que yo decía. Otra vez el vodka para acompañar la cena. Les pedí permiso para ir a mi nevera, a cien metros de su plaza, a por una birra. Imposible cenar aquellas brochetas de pollo con vodka como si fuera agua ¡!! Al cabo de la media hora prudencial me retiré a mi tienda. Me dormí con su música de fondo. Tuve la suerte de que cambiaron de palo y escuchaban ahora canciones romanticas. Me puse a calcular lo que acabarían bebiendo estas tres chicas si cuando yo me fui ya la botella estaba más que mediada.

                                   Colada e San Petersburgo y detras explanada de vuelo