lunes, 12 de noviembre de 2018

DIA 30 . TORTONA Y AVERIA


DIA 30   30 Sabado . TORTONA Y AVERIA

Pretendía hoy llegar a Génova por Pavia evitando Milan. Todo iba bien. Incluso la sombra que encontré para prepararme la comida y sestear veinte minutos. Un sol abrasador que no daba tregua.
Todo iba bien ya digo. Pero al poco de iniciar la marcha el cilindro de estribor – creía yo que era el cilindro- empieza a ratear, a fallar. A quedarse sin fuerza, como si fuéramos a la mitad de su potencia. Es decir con un cilindro solo. En cuanto pude paré y me metí en faena. Bobina, bujias, bomba de gasolina… todo estaba ok . Por chequear hasta donde pudiera. Así que me puse en lo peor con el antecedente de la pérdida, que no consumo, del aceite. La fisura, holgura etc que fuera de aquel cilindro, había llegado a una falta total de compresión.
Había pasado un pueblecito, Villalvernia, hacía poco más de 5 kms. Con lo que monté todo y volví sobre mis pasos, pues estaba en medio de la nada. Renqueante llegué al aparcamiento de un bar/cafetería y desde allí hice las llamadas a la cía. de seguros AXA. Pero esta vez directamente a mi corredor en Asturias que se portó como siempre del diez .En poco más de una hora llegó la grua con la intención de meter el coche en su base-taller y esperar hasta el lunes. El propio conductor de la plataforma me acercó con su coche al hotel que ya me tenía reservado mi seguro pues le coincidía la entrega con este viaje de su fin de jornada este sábado. Aunque le dije que mi compañía me pondría un taxi sin cargo alguno, el insistió pues vivía a escasos 200 metros del hotel Il Cavallino en Tortona, donde tendría que pasar si ó si, las noches del sábado y del domingo.
Llamé, ya instalado, a mi Almiranta y le dije que la aventura estaba casi que al 80% terminada. Con una avería del tipo que yo me imaginaba, no cubriría el seguro tantos días de reparación.
- Animo!!! me decía al otro lado del teléfono y a unos cuantos miles de kilometros.
- Relájate y descansa y el lunes ya se verá. Italia es un  buen sitio para pasar unos días y tienes a los Müller relativamente cerca. Puedes instálate con ellos mientras dure la reparación.
Eran un bálsamo sus palabras y era acertada su idea . Los Müller son nuestros amigos desde hace 40 años, que reparten su vida entre Florencia y Tokio y que no les sería dificil solucionarme cualquier “papeleta”.
A última hora de la tarde el intenso calor dejó paso a una suave brisa así que después de instalado y con la correspondiente ducha, salí a dar un paseo buscando por las afueras del pequeño Tortona una explanada. Volé mi cometa casi una hora y con su vuelo traté de ahuyentar los malos presagios. Me parecía una eternidad llegar al lunes.

DIA 29 . VERONA

DIA 29 . VERONA

Esta zona norte de Italia no deja de sorprenderme nunca. Por más que la visito – la visitamos, que la Almiranta es una gran fan también- siempre le encuentro algo en lo que no me había fijado antes . La carretera aquí es sinuosa y estrecha. Hay ya algún repecho y lejos quedan aquellas rectas y llanuras por las que estuvimos transitando por casi  toda Europa , excepción hecha de los montes Transilvanos que me recordaron mucho, con otra dimensión, a los nuestros de la zona de pre-Picos de Europa. Pues bien, decía que en estas carreteras de curva y contracurva solemos pasarlo muy bien los aficionados a las motos. Me he cruzado con varios,bien solos bien en grupos. Los accidentes en estas escarpadas carreteras deben ser frecuentes para estos moteros, a juzgar por  las señales. Van éstas en grupos de tres. En el primer triangulo de peligro el pictograma enseña a un motorista iniciando una tumbada. A los pocos kilometros otro triangulo de peligro sitúa a ese motorista rozando ya con la rodilla en el suelo y del que salen chispas. El tercero y último ya representa al motorista por un lado en el suelo y su moto por otro. En pequeñito pero bien entendible tres cruces de cementerio. Contundente.
Me quedé con las ganas de hacerle la foto pero imposible con el tipo de carretera, curvas, señales tan evidentes como para jugársela y que un motorista en su trazada se estrellara contra nosotros. No hay arcén.
Entré a Verona buscando un camping. El tráfico era el de una ciudad importante y la proximidad del fin de semana. A cinco kms del centro en la carretera señalaba un campismo.
Resultó ser un sitio donde guardaban autocaravanas y roulottes, pero no permitían el camping. El chico de la oficina muy amable, me indicó el desvío que tendría que tomar para un camping. La suerte que siempre me acompaña y las cortas medidas de mi particular mobil home, hicieron que pudiera quedarme. Estaba practicamente lleno. De nuevo la particularidad de la Cirila, la bella macchina a juzgar del recepcionista, hicieron que pudiera quedarme . Me tocó una parcelita cerca del río Adagio que al atardecer me procuraba frescor pues no habiamos bajado de los 30 grados en todo el día. Pero también los mosquitos.  A pesar de ellos escribo mis notas comodamente instalado a la popa de la Cirilator. Las veinte mil ronchas de sus picotazos al día siguiente, son las evidencias de que mi sangre debe serles muy dulce y de que había muchisimos.