DIÁ 28
Cabo Silleiro/Cabo Home
Con el “enmierde” de Lisboa ya tuve bastante, así que en Porto
no pensaba tirarme media mañana. Porto es una ciudad muy querida por mí a la que la Almiranta y yo solemos bajar
antes de que pasen dos años entre una visita y otra. Siempre encontramos la
ocasión de pecar en sus bodegas de la margen izquierda del río y siempre nos
aprovisionamos de nuestro Late Bottled Vintage (LBV) con lo que no me dolió
nada bordearla por la autoestrada de circunvalación. Volveré Porto.Sigue como
siempre antigua y quieta vigilando el río y cuidando tus bodegas. Volveremos
Salimos de Portugal a lo grande; embarcados en el ferry que
desde Caminha y en cero coma, te planta en La Guardia .
Cabo Silleiro que en principio no tenia previsto hacer y que
ahora al haber estado allí me doy cuenta de que seria imperdonable no unirlo a
los demás, se alza imponente sobre las aguas de la costa de Oia con una
historia de siglos, de incendios y de naufragios escrita en cada una de sus
piedras . Allí comí ya muy tarde .
A LA CIRILATOR Y A SU PATRÓN LO DE NAVEGAR LES GUSTA MUCHO...
CABO SILLEIRO, DONDE COMÍ TAN RICAMENTE
Los que por las redes sociales me fueron siguiendo de los
clubes del 2CV de Vigo y Pontevedra se pusieron de acuerdo para reunirse conmigo
en este cabo y acompañarme a la entrada de Vigo . A las cinco de la tarde según
lo previsto llegaban subiendo aquella cuesta , dos 2CV, una Dyane -6 y otra
Dyane AK-400. Todos ellos capitaneados por Manuel Ría, quien sigue este paseo
ibérico desde el principio. Allí mismo me convencieron para, atravesando Vigo
con muchas sonrisas de los viandantes y algún aplauso espontaneo, ir hasta cabo
Home. Así que dicho y hecho . Se organizó la comitiva de estos locos cacharros
y nos fuimos los cinco vehículos hasta cabo Home . No llegamos a tiempo para la
puesta de sol que nos perdimos por cinco minutos. Pero el atravesar Vigo,
bordear su ría, pasearnos por los
pueblos del borde Domaio, Moaña, Cangas… evitando el moderno corredor, hasta la
punta de la Costa de la Vela tantas veces navegada y con tantos recuerdos para
mí, mereció ampliamente la pena . Aunque el sol solo se intuyera a través de
los pinos escondido en una mar mansa. Nos despedimos allí mismo y cada uno con
sus desvíos fue deshaciendo la pequeña caravana.
VAN LLEGANDO LOS COMPAÑEROS
CABO HOME, SIN PUESTA DE SOL
Me esperaban Ángeles y Colás en Vigo que recién llegados del
Sur pocas horas antes que yo, me abrieron su corazón y como siempre su casa.
Un día largo, un día emocionante, un día de muchas horas y
de muchas sensaciones.
No había puesto la cabeza en la almohada y ya estaba dormido.
Os veo por aquí enseguida.
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