DIA 21 .
TODAVÍA EN RUSIA PERO BUSCANDO UCRANIA
Muy temprano a las nueve, ya lo tenía todo recogido. El encargado
del camping acababa de llegar y ya me tenía a mí en la puerta con la
Cirila fuera de la plaza, enfrente de su chiringuito y en orden de
marcha. La cosa fue muy breve:
.- Good morning, check out, please.
.- Moment, I niet control inmigration
.- No, my immigration control inspection is ok yesterday afternoon. Look!!!
No se había acordado de que ya me lo había sellado ayer. Al verlo
se pone al ordenador y me saca una tirita de papel de la máquina de la
visa. Con cara de pocos amigos le pido la factura. Que aquello es del
banco, que quiero la factura oficial del camping. Y con la misma cara
que la mía y sin mediar palabra – lo estaba haciendo trabajar demasiado-
hace que de la impresora salga el folio impreso con mi factura.
Rimbombosamente le pone el sello y sin más me despido y me voy.
Que vergüenza de camping y que “fedor” de paisano que decimos en Asturias.
Me meto en el tráfico de Moscú y voy disfrutando con sus avenidas,
sus edificios, los monumentos que tienen dedicados a sus héroes y sigo
asombrándome de que no haya más accidentes. Es de locura como conducen
por avenidas de seis carriles. Al coger ya la carretera después de sus
buenas dos horas, el tráfico va a tirones por las interminables obras.
Colas kilométricas de coches que se lo toman, nos lo tomamos, con
paciencia. Mucho calor. Y sigue la Cirila alegre y colorida, descapotada
y al viento despertando la curiosidad de los demás. Le hacen fotos de
la que nos adelantan. Le sacan videos con el chico o chica de turno con
medio cuerpo fuera de la ventana. Me pitan y elevan el pulgar. Se ríen.
Les hace gracia. Yo a todos les contesto saludando levantando mi brazo
por la capota abierta… lo celebran más todavía.
Imposible no parar ante tanta "delicatesen" al borde de la carretera.
La carretera sigue flanqueda con puestos de todo tipo . Los hay sencillos como el del hombre que se sienta al lado de su humilde mercancia; tres cubitos llenos de papatas. Y otros más complejos en los que tienen desde mermeladas, licores caseros o setas. Este fue mi perdición, no pude resistirme a comprarle un tarro con setas desecadas. Cuando arreglo el precio veo que saca una bolsa de plastico para volcarme alli lo del tarro...no, no, le indico. Yo quiero el tarro. Y tengo que acordar de nuevo con la señora el precio del tarro, centimos al cambio, pero que no estaba incluido .
Y así vamos buscando
Ucrania para mañana. Antes tenemos que pasar la frontera Ruso/Ucraniana.
A eso de las seis de la tarde un hotelito con muy buena pinta al lado
de la gasolinera me incita a terminar la etapa de hoy allí. Es nuevo
todo y la señora sin papa de inglés se deshace en atenderme. Me pide
permiso para sacarle una foto al coche. Además de darlo, faltaría más,
le propongo que se acerque y yo con su móvil le haré la foto. Qué bien…
parece que me dice. Y después de la sesión fotográfica, todo ello como
se comprenderá en mi perfecto ruso habitual, me explica que por 18 euros
al cambio puedo dormir y cenar uno de los tres platos precocinados que
tienen en una cartulina con las fotos. Escojo el de los huevos con
salchichas y la ensalada y le digo en mi correcto ruso otra vez, que voy
a ducharme y que en 20 minutos estaré listo para cenar. Aún me dio
tiempo para volar media hora la cometa. Día completo.
Hotelito ruso altamentemendable y detalle de bote de cerveza que me regaló un hombre al ver el small car for these roads.....!!!!
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