Dia 6 de Junio
A las 08,30h estaba ya en recepción haciendo el chek out. La
señora, la misma que me recibió ayer, no se aclaraba mucho. Extraño para
alguien en su puesto, no chapurreaba ni el inglés que chapurreo yo. De
español rien de rien , con lo que todo eran preciosos malentendidos
.- “Monsieur, voici votre baguette”.
Y me planta en el mostrador la alargada barra francesa. Le hago ver
que yo me piro, que quiero pagar y que me voy. Que no es “pour moi”.
Luego me pide el extra de la corriente, 3 lereles . Que no señora que
vengo autónomo y con la luz de casa…
A las 08,45h ya estábamos en la carretera. Nos espera Paris.
La jornada de hoy podría llevar el titulo aquel de Luis Rios.. sigo
en la carretera. Y es que me empeñé en atravesar París, pues para llegar
a Ille, frontera con Belgica, no me quedaba otra. Sí o sí, Paris.
Mis colegas los camioneros de las areas de descanso -3 camioneros
en dos areas distintas- coincidían; se podría escoger qué circunvalación
te iría mejor, la A-80 o la A116, pero el enmierde estaba asegurado en
cualquiera de las dos como no pasaras a las tres de la madrugada. Así
que después de casi tres horas quedó París por la popa.
En uno de los descansos, por la tarde ya, atiendo los wasaps y leo
el de Dirck, un aficionado Dyanero que vive en Amberes. No nos conocemos
personalmente, pero me sigue desde el UNIENDO CABOS y a lo que se ve,
admira lo que hago. Lo que viene siendo un fan, vaya. Me invita a “una
buena comida belga, ducha y cama y un buen desayuno antes de la
partida”. Al final conseguimos hablar, mejor dicho video-hablar, pues me
llama él por ese sistema mientras le digo que estoy parado. Confirmo
entonces que Amberes está en mi ruta y quedamos en vernos mañana después
de las 18,30h que acabe de trabajar.
Fueron 501 km . La etapa más larga desde que salí de Gijón, pero
bien mereció la pena. Pésimo dia de lluvia con muchísimo tráfico en esta
nacional. Acabo la jornada en Bués, en un camping en el que no voy a
pagar. No, no es que vaya a hacer un simpa mañana, es que el dueño en la
recepción al ver la Cirila, en un correcto español, pues sus padres son
mañicos, me invita. Yo quiero colaborar con tu aventura, me dice.
La tarde y noche para no variar con el resto anterior, cayó el
diluvio universal. Pensé en poner la tienda al lado de la Cirila pero
sería tal la mojadura que cogería en los tres minutos que tardo en
instalarla y tal el nivel de agua en el prado –los zapatos haciendo
chof,chof- que desistí y me atrincheré dentro. Me reía yo solo del
contorsionismo, de las posturas, de la situación en la que uno tiene que
ponerse para,sin salir del habitáculo, arrancharlo todo para dormir.
Una pierna, la izquierda, que es la mala mía por más señas, hubo
momentos en que bien creí que no sería capaz de desencajarla.
Asombrandome yo mismo de que de tal encajonamiento se pudiera salir sin
el equipo de excarcelación automovilística post accidente de los
bomberos.
Pero al fin conseguí la horizontal y lo que es más asombroso, que
cada cosa estuviera en un sitio en el que no me incomodara mucho. Menos
mal que una tregua de lluvia torrencial - el orbayu del nuestro- me dejó
prepararme la cena
El repiqueteo de los goterones de a litro sobre la capota,
magnificaba el temporal. Me dormí pensando que cualquiera de los que
navegan conmigo vendría a despertarme anunciándome el cambio de guardia.
Amanecí a las 06,50h con el canto de los mirlos.
PD / Más tarde con mejor wifi, editaré y pondre alguna foto. Imposible desde aqui (Rusia)
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